SIGLO III

LOS SEVEROS 193-235: Septimio Severo (193-211), Caracalla (211-217), Heliogábalo (218.222), Alejandro Severo (222-235).

Unos historiadores ven en la dinastía Severa un momento de esplendor y otros la señalan como el momento en que comenzó la crisis. Lo que sí que está claro es que en la época de la Anarquía Militar, con la invasión de pueblos francos y alamanes, se produjo una profunda crisis.

Por edicto suyo, Constitutio Antoniniana [212], se extendió la ciudadanía romana a todos los habitantes libres de las provincias. Con ello pretendió acrecentar la unidad política del imperio y elevar los ingresos fiscales. Dio un gran impulso a la romanización, al dejar al margen de la ciudadanía sólo a las poblaciones rurales y a los bárbaros instalados en las fronteras.
Maximino el Tracio (235-238), Gordiano (238), Gordiano II (238), Pupieno Máximo (238), Balbino (238), Gordiano III (238-244), Filipo el Árabe (244-249), Decio (249-251), Hostiliano (251), Trebonio Galo (251-253), Emiliano (253), Valeriano (253-260), Galieno (253-268), Claudio II el Gótico (268-270), Quintilo (270), Aureliano (270-275), Ulpia Severina (275), Tácito (275-276), Floriano (276), Probo (276-282), Caro (282-283), Carino (283-285), Numeriano (283-285.
Las fuentes que mencionan las invasiones de francos y alamanes (Aurelio Víctor, Eutropio, Orosio, Jerónimo) son ya del siglo IV muy influenciadas por el Senado. Achacan a Galieno todo tipo de desastres, incluidas las invasiones que asolaron durante 12 años la Galia e Hispania. Hay una gran escasez de restos arqueológicos de esta época. Clunia experimentó un gran retroceso en las últimas décadas de este siglo. En las termas se hicieron las últimas reformas a fines del siglo II y principios del III, pero se acabaron cerrando. Se abandonó también el teatro y algunas casas próximas al foro, que se reutilizaron en el siglo IV. En la casa nº 3 se halló, en algunas de sus habitaciones, niveles de cenizas de destrucción y gran cantidad de monedas del siglo III, con bastantes acuñaciones de los emperadores galos anteriores a Galieno. Taracena lo relacionó con una supuesta invasión de francos y alamanes. También se piensa que las causas de la crisis de Clunia en este siglo pudieran corresponder a la práctica desaparición de la vida pública administrativa y judicial que desempeñó hasta entonces. A lo largo del siglo III van desapareciendo los Conventos Jurídicos de Hispania y se crean las bases de una nueva administración característica del Bajo Imperio. En el ámbito de la vida privada mantuvo su pujanza. De este siglo son los mosaicos policromos de las casas nº 1, nº 3 y de la casa Triangular. Se aprecia una tendencia a ir ocupando territorios que antes estaban vacíos, y a potenciar otros en el medio rural. No se tiene constancia de que las zonas urbanas perdieran población. Se puede afirmar que en ninguna ciudad se produjo un abandono repentino o destrucción violenta. En lo que se refiere a reparación y conservación de calzadas hay una gran actividad en el norte y noroeste peninsular. Tres miliarios informan de estas reparaciones, uno de ellos de Póstumo y otro de Decio. Es importante también tener en cuenta que, por los datos aportados por los hallazgos numismáticos, nada permite afirmar que la ciudad de Clunia estuviera en crisis en el siglo III.