SIGLO IV
Clunia experimenta durante el siglo IV una recuperación. Comienza a notarse con Diocleciano y es ya evidente durante el reinado de Constantino. Se reocupan algunas casas, como la casa nº 3 que proporciona algunos niveles cerámicos del siglo IV. La casa nº 1 presenta una última modificación de algunas habitaciones decoradas con pinturas murales, estucos y mosaicos, fechados en el siglo IV, época de Constantino. Pero Clunia, a partir del siglo IV, ya no recuperó el nivel de población anterior por no desempeñar ya funciones administrativas y por el éxodo rural atraído por el apogeo de algunas villas próximas, como Baños de Valdearados y Ciella. Ello explica que ya estuvieran abandonados el teatro y las termas. Las termas de los Arcos I siguen utilizándose, pero su función de baños ha desaparecido ya. Algunas habitaciones [frigidarios y caldario] presentan un nivel superpuesto de mosaico con restos de incendio y destrucción. Este nivel mencionado se utilizó como vivienda o lugar de trabajo, donde se fabricaba cerámica. Sobre la red viaria del siglo IV se sabe poco, pero la proliferación de las villas en este siglo hace suponer que se atendiera adecuadamente su mantenimiento. La circulación monetaria en Clunia en el primer tercio del siglo IV es muy pobre. Esto contrasta con la recuperación de algunos lugares de habitación y con la elaboración en algunos de ellos de espléndidos mosaicos. Entre el 378 y 406, Clunia va a ser una de las pocas ciudades de Hispania en las que se aprecia un incremento de circulación monetaria. A comienzos del V se advierte ya el definitivo corte de circulación monetaria.