ORÍGENES Y PARTES DE LA COMEDIA

En los poblados del Ática se celebraban anualmente las fiestas de la vendimia y otras relacionadas con el vino. Tales fiestas, religiosas en su origen, fueron evolucionando gradualmente hasta convertirse en simples regocijos populares, en los que bulliciosos cortejos de vendimiadores, ataviados con trajes más o menos pintorescos, paseaban accesorios de diversos tipos. Tanto los que desfilaban, como los que presenciaban estos desfiles, animados por el licor de Baco, cantaban y reían. La fiesta, espontánea en los primeros tiempos, fue organizándose poco a poco. Se preparaban previamente para el desfile canciones, trajes, y bromas contra las personajes más conocidos del momento.

Paulatinamente tales desfiles se fueron convirtiendo en espectáculo habitual y éste pasó de los poblados a Atenas. En vista de ello, los magistrados de la ciudad acabaron instituyendo concursos de comedias similares a los ya existentes de tragedias. Comenzaron el año 460 a.C., es decir, cuando los de Tragedia llevaban celebrándose tres cuartos de siglo.

En las colonias de Sicilia, sobre todo en Siracusa, ya se había ido desarrollando, a comienzos del s. V a.C., una verdadera Comedia en verso, con argumentos tomados de la mitología o de la vida real. Su representante más famoso es Epicarmo. Incluso en Mégara, ciudad próxima a Atenas, se celebraba, desde el comienzo del siglo VI a.C., una farsa grosera, con ataques personales a conciudadanos aún vivos.

Es muy posible que los poetas cómicos fueran continuadores de tales obras, aunque tomaron de la Tragedia todos aquellos elementos susceptibles de ser aplicados a la Comedia.

En los concursos de Comedia cada poeta cómico sólo representaba una obra. Los coreutas eran 24, más numerosos que en la Tragedia. Los trajes y las máscaras, más variados. En principio sólo había cuatro actores, pero los figurantes desempeñaban con frecuencia papeles secundarios y recitaban algunos versos.
Una comedia comprende dos partes. Cada una supone un desenlace; el primero suele ser más importante que el segundo, hasta el punto de que la intriga propiamente dicha se acaba en medio de la obra. Ésta comienza con un prólogo, que explicaba la situación. Este prólogo era más largo que el de las tragedias, ya que en éstas los espectadores conocían de antemano el argumento, generalmente mitológico, de la obra.
Una vez informado el público, sale a escena el coro, cuyo vestuario, por imprevisto, constituye uno de los mayores atractivos del espectáculo. Entre el coro y demás personajes de la obra tiene lugar el agón, la "acción", cuyo final supone el primer desenlace, en el que suele vencer el protagonista. En este momento el corega, o 'Jefe del coro", sin el atuendo teatral, avanza hasta el borde del escenario y pronuncia una arenga cómica, relacionada más o menos con la intriga de la obra, sobre la situación política o contra algunos abusos. Tras este intermedio, denominado parábasis, se suceden varias escenas cortas, relacionadas con la primera parte de la obra, que culmina en el segundo desenlace, es decir, con el éxodos, o "salida" del coro.